Señales de alerta
Por la Coach L.N. Gyselle Marquez...
El hígado graso es una condición cada vez más común en la población, pero muchas personas no saben qué es ni cómo prevenirlo.
En este artículo, te explicaremos de manera sencilla qué es el hígado graso y cómo la alimentación puede ayudarte a revertirlo o prevenirlo.
El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, ocurre cuando se acumula grasa en las células del hígado.
Puede ser causado por el consumo excesivo de alcohol (hígado graso alcohólico) o por otros factores como una mala alimentación y el sedentarismo (hígado graso no alcohólico, HGNA).
Si no se trata, puede derivar en inflamación hepática y daño en el hígado. Señales de alerta
Muchas personas no presentan síntomas, pero algunas pueden experimentar: 🟡 Fatiga 🟡 Dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen 🟡 Inflamación 🟡 Alteraciones en los análisis de sangre (elevación de enzimas hepáticas)
Una dieta equilibrada es clave para mejorar el hígado graso. Estos son algunos cambios que pueden hacer una gran diferencia:
1. Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra Verduras de hoja verde (espinaca, acelga, brócoli), frutas frescas (manzana, pera, frutos rojos), legumbres (lentejas, garbanzos), cereales integrales (avena, quinoa, arroz integral)
2. Reduce el consumo de azúcares y carbohidratos refinados Evita bebidas azucaradas, pasteles y dulces, prefiere pan y pasta integrales en lugar de refinados
3. Incorpora grasas saludables Aguacate, frutos secos (nueces, almendras), aceite de oliva extra virgen pscados grasos (salmón, sardinas)
4. Modera el consumo de grasas saturadas y ultraprocesados Evita frituras, embutidos y comida rápida prefiere cocinar al horno, a la plancha o al vapor
5. Bebe suficiente agua y limita el alcohol Mantente bien hidratado, reduce o elimina el consumo de alcohol.
El ejercicio regular ayuda a reducir la grasa hepática. Actividades como caminar, trotar o hacer entrenamientos de fuerza pueden ser muy beneficiosas.
Además, dormir bien y manejar el estrés también contribuyen a la salud del hígado.
El hígado graso puede prevenirse y revertirse con una buena alimentación y hábitos saludables. Hacer pequeños cambios en tu dieta y estilo de vida puede marcar una gran diferencia en tu salud hepática.
Si tienes dudas o sospechas que podrías tener hígado graso, consulta con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y recomendaciones personalizadas.
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